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Problemas de salud

10 consejos si tiene que llevar a su hijo a la sala de emergencias

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Por Sylvia Owusu-Ansah MD, MPH, FAAP

Tarde o temprano, se encontrará llevando a su hijo a la sala de emergencias: es algo que seguramente va a suceder. ¡Casi 30 millones de niños visitan los departamentos de emergencias cada año en los Estados Unidos!

Estos son 10 consejos para saber qué esperar y estar mejor preparado cuando llegue el momento.

1. Planifique de antemano y tenga en cuenta que la sala de emergencias sea pediátrica

En una emergencia grave, debe ir siempre a la sala de emergencias más cercana. ¿Sabe dónde se encuentra su sala de emergencias más cercana? ¿Sabe a qué hospital está afiliado su pediatra?

Si lleva a su hijo a un centro de atención de urgencia o a una sala de emergencias que no cuente con pediatras ni especialistas pediátricos en su personal, es posible que su hijo deba ser trasladado a un hospital que sí cuente con ellos dependiendo de la afección que tenga.

Los hospitales de niños, por ejemplo, recrean una atmósfera más adecuada para ellos: habitaciones y murales coloridos, salas de espera con juguetes y televisores sintonizados en programas para niños, y muebles de tamaño infantil. Algunos hospitales de niños y departamentos de emergencias pediátricas también tienen especialistas en vida infantil en su personal. Están altamente capacitados para ayudar a las familias y pueden ser un recurso excelente para que la estadía de su hijo sea más cómoda en la sala de emergencias, además de servir de puente entre el hospital y el hogar. Los especialistas en vida infantil también ayudan a aliviar la ansiedad de su hijo antes, durante y después de los procedimientos.

2. Primero llame a su pediatra

Si puede comunicarse con el consultorio de su pediatra, hágalo. Puede recibir asesoramiento telefónico y, si fuera necesario ir a la sala de emergencias, su pediatra puede llamar de antemano para que el personal del departamento de emergencias esté preparado para recibirlo. En caso de emergencia grave, los padres no deben dudar en llamar al 911.

3. Trate a su hijo en su casa

Es acertado darle a su hijo medicamentos de venta libre para la fiebre o el dolor antes de ir a la sala de emergencias, ya que el medicamento marcará una gran diferencia y suele facilitar mucho el proceso de examen. Recuerde tomar nota de la hora y la dosis que le dio a su hijo, ya que esta será una de las primeras preguntas que le hará el personal del departamento de emergencias.

4. Mantenga la calma y anticípele a su hijo qué puede esperar que suceda

Cuando usted entra en pánico, la ansiedad de su hijo aumenta. Para muchos niños, la ansiedad sobre lo que va a pasar es peor que el propio dolor. Los niños de todas las edades miran a sus padres para escuchar palabras tranquilizadoras, por lo que es importante mantener la comunicación. Sea sincero, pero también tenga en cuenta la situación y la edad de su hijo. Dígale a su hijo que todos están allí para ayudarlo.

5. Deje a los hermanos en su casa

Si fuera posible, organícese para no tener que llevar a los hermanos pequeños a la sala de emergencias con usted. De este modo, puede centrarse en las necesidades de su hijo enfermo y sus otros hijos no tienen que soportar el tiempo de espera. Tenga en cuenta que será necesario que acompañe a su hijo durante su permanencia en la sala de emergencias, y se recomienda especialmente que se quede en el hospital con él si es hospitalizado.

6. Lleve los antecedentes médicos de su hijo y una lista de los medicamentos que use

Siempre es una buena idea tener la siguiente información disponible de inmediato. Es posible que varios proveedores e integrantes del personal le pidan esta información en la sala de emergencias:

  • Seguro de salud

  • El nombre y la información de contacto del pediatra de cabecera de su hijo y de cualquier otro médico que lo atienda

  • Alergias conocidas

  • Antecedentes médicos y quirúrgicos

  • Lista de los medicamentos actuales (incluye medicamentos recetados, analgésicos de venta libre, medicamentos homeopáticos, vitaminas y suplementos)

  • Una secuencia cronológica de los acontecimientos que provocaron la visita de su hijo a la sala de emergencias

También es importante saber a qué hora comió su hijo por última vez. Muchas salas de emergencias no permiten que los pacientes coman ni beban nada hasta que el médico les diga que pueden hacerlo. El motivo principal es proteger a su hijo si fuera necesario que se someta a un procedimiento o tome un medicamento que requiera tener el estómago vacío. Durante este tiempo, lo ideal es evitar comer delante de su hijo.

7. Un objeto de apego puede resultar muy útil

Si su hijo necesita un objeto especial para descansar o sentirse a gusto, no dude en traerlo. Una manta, un juguete, un libro, etc. que su hijo ame pueden ayudarlo a no pensar en el dolor y sentirse menos ansioso en un lugar desconocido.

8. En las salas de emergencias, no se atiende por orden de llegada

Tenga en cuenta que pueden existir buenas razones para esperar en la sala de emergencias. Los pacientes más enfermos son atendidos primero. Sin embargo, si su pediatra llama al hospital antes de su llegada, en ocasiones esto puede ayudar a acelerar el proceso. Además, según el estado de salud de su hijo, quizás necesite análisis de sangre o pruebas con obtención de imágenes. Tenga en cuenta que los resultados de los análisis de laboratorio o de las pruebas de imágenes pueden demorar bastante tiempo. Como dicen, la paciencia es una virtud.

9. Usted es quien mejor conoce a su hijo... ¡no se quede callado!

Como padre, usted es el mejor defensor de su hijo y el mejor intérprete de sus necesidades. Si cree que su hijo siente dolor, dígalo. Si no cree que esté listo para recibir el alta, dígaselo a un integrante del equipo de la sala de emergencias.

No tema repetir sus preguntas y tenga paciencia. Usted y su hijo se encontrarán con muchas personas diferentes, ya que el departamento de emergencias está conformado por un equipo multidisciplinario. Repetir su historia y dar información a cada médico puede parecer redundante, pero es esencial para obtener la mejor asistencia para su hijo.

10. Haga un seguimiento con su pediatra

Después de la visita a la sala de emergencias, llame al consultorio de su pediatra e infórmele sobre el diagnóstico. Muchos departamentos de emergencias también enviarán un informe al consultorio de su pediatra si usted lo pide. Verifique si su pediatra ha recibido el informe o si tiene otras recomendaciones. Muchas veces, su pediatra le pedirá ver a su hijo para un examen de seguimiento.

Más información

Acerca de la Dra. Owusu-Ansah:

Sylvia Owusu-Ansah, MD, MPH, FAAP,Sylvia Owusu-Ansah, MD, MPH, FAAP, es profesora titular de Pediatría y Medicina de Emergencia de la Facultad de Medicina de la University of Pittsburgh. Cuenta con certificaciones de la junta en Pediatría y Medicina de Emergencia Pediátrica y se desempeña como médica en los servicios médicos de emergencia (EMS, por sus siglas en inglés). La Dra. Owusu-Ansah es médica tratante en el UPMC Children's Hospital of Pittsburgh, donde se desempeña como directora médica de los EMS. Es miembro del Comité de Medicina de Emergencia Pediátrica de la American Academy of Pediatrics. Contribuyó a la Ley de Acceso Escolar a la Epinefrina de Emergencia. Además, cuenta con experiencia en el uso saludable de medios electrónicos. Se desempeñó como asesora médica para la serie de HBO Max nominada a los premios Emmy, "The Pitt", y creó un cortometraje sobre su carrera en HBO, que se titula "En buenas manos".


Última actualización
9/10/2025
Fuente
American Academy of Pediatrics Section on Emergency Medicine (Copyright © 2025)
La información contenida en este sitio web no debe usarse como sustituto al consejo y cuidado médico de su pediatra. Puede haber muchas variaciones en el tratamiento que su pediatra podría recomendar basado en hechos y circunstancias individuales.
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